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Tengo miedo torero: rupturismo y revolución

La única novela de Pedro Lemebel, Tengo miedo torero, lanzada en el año 2001, transita entre la política, las problemáticas sociales y la homosexualidad. De la mano de quien, refiriéndose a sí mismo como “La Loca del Frente”, describe en un relato biográfico el ser pobre, travesti y marginado en una sociedad que, por ese […]

Tengo miedo torero: rupturismo y revolución
Nicole Lazo 12 julio, 2019

La única novela de Pedro Lemebel, Tengo miedo torero, lanzada en el año 2001, transita entre la política, las problemáticas sociales y la homosexualidad. De la mano de quien, refiriéndose a sí mismo como “La Loca del Frente”, describe en un relato biográfico el ser pobre, travesti y marginado en una sociedad que, por ese entonces, se enfrentaba a uno de los episodios más complejos y oscuros de su historia, la dictadura militar.

Es precisamente en 1986 el año en que el autor se remonta para situar el instante en que su protagonista conoce a quien sería su amor prohibido, Carlos, uno de los integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el que además de ser su deseo más profundo, logra establecer un lazo prácticamente inquebrantable con este atrevido personaje, deslenguado y soñador.

“Tengo miedo torero, tengo miedo que en la tarde tu risa flote” es una obra que desde sus inicios cautiva, no solo por ser casi un material histórico lleno de hechos curiosos, sino, por la descripción de sus personajes, el desarrollo de los mismos y que el autor logra describir de manera majestuosa con un lenguaje popular rebosado de romanticismo, a veces platónico y en otras, rosando lo real.

Lemebel, fallecido en enero de 2015, tuvo la osadía de poner sobre la mesa temas que, durante muchos años, permanecieron encubiertos y silenciados, en esta, su única novela, abrió una puerta ignorada para muchos y disfrazado para otros; la homosexualidad, y sus deseos más íntimos son reflejados en el texto que al compás de El Reloj, cautivan, alteran y enternecen con las vivencias de esta loca que cada día muere un poco de amor.

“Haz esta noche perpetua, para que nunca se vaya de mí, para que nunca amanezca”.

Por: Nicole Lazo

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