Las bebidas alcohólicas que podrían boicotear tu metabolismo en Fiestas Patrias
Un vaso de terremoto tiene casi las mismas calorías que lo que recomienda consumir en un desayuno
Fiestas Patrias ofrece la maravillosa oportunidad de descansar, pasarlo bien, compartir tiempo de calidad en familia o con amigos y, disfrutar de las exquisiteces que ofrece la cocina chilena. Y cada uno de estos momentos, por lo general, los vivimos con un vaso o una copa en la mano. Porque septiembre es un mes que viene cargado de celebración y de consumo de mucho alcohol, siendo el Terremoto (pipeño, helado de piña y granadina) uno de los tragos estrellas de estos festejos que, con los años, ha logrado reemplazar al clásico vaso de chicha.
Ahora, si eres de las personas que les gusta degustar una copa de alguna bebida alcohólica es importante que sepas algunas cosas a priori a partir de una nueva celebración del 18.
Magdalena de Quevedo, nutricionista y CEO y directora de Clínica Acorpus, especializada en medicina estética y cirugía ambulatoria, explica que “los tragos con alcohol solo nos aportan azúcares y calorías, generando no solo una posible subida de peso, cuando no nos medimos, sino que, además generándonos deshidratación e inflamación. Además, pueden generarnos resequedad de la piel, haciendo más visibles las líneas de expresión. Es importante recalcar que, el consumo de alcohol no nos entrega ningún tipo de nutriente, por ende, es totalmente evitable”.
“Ahora, si se va a consumir alcohol, debemos preocuparnos de tomar agua, para controlar la deshidratación y también para evitar el sobre consumo de bebidas alcohólicas. Ahora, también está la posibilidad de elegir tragos que sean algo menos calóricos, como lo puede ser una copa de espumante o de vino tinto”, agrega la especialista. En vista de todo lo anterior, la experta de Clínica Acorpus, deja un listado de las bebidas alcohólicas clásicas de estos festejos y sus calorías para tomar en cuenta y así, seleccionar con sabiduría cuáles elegir y sus cantidades, de manera informada y estratégica:
1 ⦁ Una copa de espumante (150 ml): 70 kcal.
⦁ Una copa de vino tinto (150 ml): 82 kcal
⦁ Una copa de vino blanco (150 ml): 87 kcal.
⦁ Un vaso de cerveza: 100 kcal aprox.
⦁ Una copa de borgoña (150 ml): 147 kcal.
⦁ Una copa de jote (vino con gaseosa) (200 ml): 220 kcal.
⦁ Un vaso de terremoto (200 ml): 230 kcal aprox.
⦁ Vaso de piscola: 250 kcal aprox.
⦁ Un vaso de chicha (100 ml): 300 kcal.
⦁ Una copa de pisco sour (200 ml): 300 kcal aprox.
Más allá de las calorías
El alcohol genera otros efectos en nuestro metabolismo que es importante recalcar y que van más allá de generarnos una posible subida de peso. “Cuando consumes alcohol, el hígado tiene la función de oxidación cuyo propósito es eliminar esta sustancia de la sangre evitando que se acumule y destruya células y órganos vitales. Pero el hígado solo tiene la capacidad de metabolizar una cierta cantidad de alcohol por hora. Por otro lado, está comprobado que consumir alcohol, de manera frecuente, puede generar trastornos del sueño, mal humor y hasta falta de concentración”, explica Magdalena.
Y, eso no es todo, existen estudios que relacionan el consumo excesivo de alcohol con daños a nivel de neuronas en el sistema nervioso central, lo que puede detonar ansiedad, depresión, y otro tipo de problemas de salud mental. Hay más, el alcohol también interfiere negativamente con nuestro sistema inmunológico, ya que impide que existan suficientes glóbulos blancos para combatir gérmenes y bacterias.
“Por todo lo anterior, lo ideal, es sacar las bebidas alcohólicas de nuestra vida y hábitos, y, si no se puede, al menos intentar reducir su consumo a la más mínima expresión, con el propósito de tener una vida mucho más saludable, evitando la llamada resaca que es un conjunto de síntomas que incluyen, sed, dolor de cabeza, de estómago, vértigo, sensibilidad, entre otros y que muchas veces deja a la gente sin poder siquiera levantarse durante un día”, especifica la experta.
Respecto a su recomendación específica para estos días, la especialista indica que es recomendable “tomarse una copa de vino tinto o espumante, evitar los destilados, como el pisco o el ron, y, si se va a beber un terremoto, que no sea más de un vaso por día de festejo. Además, es importante que hagamos el esfuerzo de mantenernos hidratados con agua durante las celebraciones. Por otro lado, una forma de equilibrar la ingesta de alcohol y alimentos calóricos es gastar más energía a través de la actividad física regular», finaliza.