Expedición a la Fosa de Atacama mostró rica diversidad a 8 mil metros de profundidad
Marcelo Oliva, Doctor en Oceanografía Biológica y académico de la Universidad de Antofagasta, entregó detalles de la misión científica al fondo del mar
En uno de los lugares más extremos del planeta, a 8 mil metros de profundidad y en un ambiente de eterna oscuridad, la vida adopta la forma de pequeños crustáceos similares a camarones (anfípodos) e invertebrados parecidos a pepinos de mar (holoturias). Así lo comprobaron los científicos que tomaron parte en la expedición “Atacama Hadal”, que consiguió llevar por primera vez seres humanos al punto más profundo de la Fosa de Atacama, ubicado justo frente a las costas de Antofagasta, en una aventura que, por su complejidad, incluso fue comparada con el viaje del hombre a la Luna.
En la misión científica tomaron parte investigadores de distintas universidades del país asociados al Instituto Milenio de Oceanografía (IMO-Chile), con apoyo del estadounidense Víctor Vescovo, quien junto a su equipo, y a bordo de la embarcación “DSSV PressureDrop”, lleva años explorando los puntos más recónditos de los mares.
El académico de la Facultad de Recursos del Mar de la Universidad de Antofagasta, Dr. Marcelo Oliva Moreno, fue uno de los integrantes de la expedición y no tiene dudas respecto a su relevancia. Para el investigador, haber llegado al fondo marino y ser testigo de