Empresa chilena crea reemplazo de árido natural en base a escoria de acero y gana primer lugar en Premios Cero Basura
La innovación fue destacada por Ecológica en la cuarta versión de su galardón y permite reemplazar la mezcla tradicional del hormigón en hasta un 60%, evitando, a la fecha, la extracción de unas 3.500 toneladas de arena y grava desde el ambiente
Durante más de dos años la empresa de reciclaje industrial Río Claro investigó cómo aprovechar los residuos de acero del proceso de fundición de la chatarra. Su objetivo era darle una segunda vida a este residuo y mejorar su gestión para disminuir lo que se envía a relleno sanitario. Tras varias pruebas con el apoyo del Idiem de la Universidad de Chile y del Estado a través de Corfo, lograron desarrollar el árido artificial, una materia prima del hormigón tradicional única en Chile y que logró ganar la categoría Innovación de los Premios Cero Basura de Ecológica.
El certamen organizado por Ecológica, compañía líder a nivel nacional en gestión de residuos industriales, vivió en enero de este año su cuarta versión, “Cuando la innovación se pone al servicio de la gestión de residuos se obtienen buenos resultados, y el árido artificial de Río Claro es una muestra de ello. Con este nuevo producto que se obtiene a partir de la escoria se ha evitado la extracción de más de 3.500 toneladas de grava y arena y podría llegar a dejar de enviar a rellenos sanitarios unas 55 mil toneladas anuales de escoria, a la que se le da un nuevo uso en el ámbito de la construcción”, dijo Marcel Deprez, Gerente General de Ecológica.
Hoy en día, las empresas siderúrgicas tienen acopiada cerca de 800.000 toneladas de escorias de acero, cifra que se incrementa mensualmente al generar aproximadamente 6.000 toneladas adicionales por su proceso productivo, solo en la región Metropolitana. Este material se puede transformar en árido artificial, reemplazando en hasta un 60% la mezcla tradicional en el hormigón por este nuevo producto.
Carla Salinas, Asesora de Proyectos de Río Claro, explica que la extracción de cualquier recurso natural conlleva a un “dolor de cabeza” en todas las aristas. “En cambio, si valorizo un residuo, le doy una oportunidad y estudio sus atributos y sus características, lo puedo aplicar en distintos campos, como el caso de la escoria de acero, que es muy versátil. Este trabajo es arduo, es difícil y es de mucho ensayo detrás. Se hace mucha inversión, a veces es un poco ingrato, pero el resultado es muy bonito. Hay ventajas económicas, por supuesto, pero también en la arista social y medioambiental”.
La categoría Innovación de los Premios Cero Basura, que organiza cada año Ecológica, distingue a iniciativas que hayan logrado aumentar la recuperación de residuos mediante investigación, el uso de tecnología y nuevas soluciones.