Las finanzas, nuevamente en tiempos difíciles
Sergio M. Urrutia Donoso.
Docente universitario.
Consultor de Empresas.
Las finanzas desde sus inicios han vivido en escenarios difíciles.
Independientemente del tamaño de la empresa, los recursos financieros serán siempre
limitados para todas las necesidades que se desearían satisfacer.
Los tiempos cambian, las exigencias son distintas, nuevos desafíos y los recursos son
siempre escasos. Los administradores financieros deben ir adquiriendo con el tiempo
nuevas competencias, donde la información adquiere un valor incalculable, sobre todo
cuando se trata de visualizar el entorno de la empresa. Todo cambia con la velocidad de luz.
Lo que ayer era una prudente decisión financiera hoy podría ser altamente riesgosa. Si bien
es cierto reconocemos que el mercado no tiene memoria, que muchos “fenómenos” son
cíclicos y que vuelven a repetirse bajo distintos nombres, también es cierto que es muy
necesario considerar estos antecedentes para futuros escenarios.
Entonces, ahora para una administración eficiente de los recursos financieros, ¿Que
debemos considerar para el futuro?
Podríamos dibujar tres posibles situaciones, una planificación financiera estratégica
“deseable”, o una planificación financiera estratégica “probable” o por último una
planificación financiera estratégica “posible”. Cuando hablamos de “deseable”, esperamos
que lo planificado tenga la mínima desviación respecto a lo ejecutado.
Si pensamos en una
situación de “probable”, deberíamos asumir que algún evento que nos afectó en el pasado
pudiese repetirse y en parte deberíamos considerarlo en nuestra planificación, de manera
que la brecha que se logre, no nos debiera sorprender en gran medida. Por último una
planificación financiera estratégica en un escenario “posible”, debería considerar algunos
efectos como las crisis financieras, demandas sociales, movimientos políticos, crisis
medioambientales, ciberseguridad, conflictos internacionales, etc, que nunca se han
presentado o al menos en las últimas década y que ya estarían “olvidadas” por distintos
motivos.
El desafío para llevar a cabo una “buena” Administración Financiera, hoy día requiere
además de los distintos recursos, debe contar información, más información y mucha
información. La que debe ser real, confiable, oportuna, completa y comparable, de todo lo
que está ocurriendo al interior de la empresa y fuera de empresa. Para lograr este
propósito, se puede “compra información” y hay distintos organismos que están
entregando informes de manera permanente de todos los hechos económicos, políticos
sociales que están afectando la economía nacional e internacional. Otra forma de adquirir
información es por medio de las “redes” y esto tiene que ver con el “Capital Relacional de
la Empresa”, un activo intangible que cada vez adquiere mayor valor, generando alianzas
estratégicas con clientes, proveedores y distintas organizaciones, de manera de crear
confianzas y lealtades, donde la transferencia de información pasa a ser un “servicio de
mutuo provecho” de manera de poder incorporarlo de inmediato al “activo intangible” de
la empresa.
Para finalizar, quiero rescatar lo que recientemente dijo la Directora Gerente del Fondo
Monetario Internacional, FMI, Kristalina Georgieva en una importante reunión, “Vivimos en
un mundo más propenso a los shocks, y es necesario ser más ágiles y desarrollar más
resiliencia”.