Especialistas de nutrición aclaran sobre los dichos de la OMS y el consumo de edulcorantes
La revisión de evidencias científicas por parte de la OMS sobre el uso de los endulzantes, ha generado variadas reacciones de alarma en la población.
Por Belén Díaz
Los edulcorantes artificiales entraron en la industria alimentaria en el siglo XIX. Sin embargo, desde la década del 2000 se ha producido un aumento explosivo de su consumo desencadenando enfermedades como diabetes, hígado graso, cardiovasculares, entre otros.
Según los estudios de la organización de Consumidores y Usuarios (ODECU), la actualización de la canasta con que se calcula el IPC muestra la transformación en el consumo de productos, donde se refiere a la población que cada vez incorpora menos las frutas y verduras su dieta, reemplazándolas por snacks azucarados.
Investigaciones realizadas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, indican que en el año 2017 aun no existían respuestas concretas a este tema, apuntando que “se están haciendo estudios para ver qué pasa con los edulcorantes, porque no son tan inertes como pensábamos que eran”. Sin embargo, el 15 de mayo del 2023, la Organización Mundial de la salud (OMS) hizo una advertencia sobre el uso de los endulzantes, a lo que añaden que “la revisión sistemática encontró que no hay evidencias de beneficios a largo plazo en las medidas de grasa corporal en adultos o niños, y potenciales efectos indeseables del uso a largo plazo en forma de aumento del riesgo de diabetes tipo 2, ECV y mortalidad en adultos”.
Debido a esto, especialistas tuvieron que re direccionar su plan alimentario. Según Viviana Ulloa, nutricionista de la Universidad de Chile, se debería reforzar la importancia del consumo e incorporación de alimentos frescos, y “promover en los países políticas publicas que favorezcan una alimentación sana, equilibrada, basada en alimentos y preparaciones tradicionales, y que cuando sea necesario suspender el consumo de azúcar se utilicen endulzantes, en dosis seguras”.
Por su parte, la nutricionista de la Clínica Alemana, Andrea Valenzuela, afirma “no está mal tener un antojo, no hay problema en darte un gusto ocasionalmente con comida chatarra o chocolate, siempre y cuando no sea frecuente y no se repita varias veces a la semana”