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Educación post pandemia y autorregulación del aprendizaje: obstáculos y desafíos

Según la decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la UCEN, Sonia Fuentes Muñoz, existió una pérdida del aprendizaje a causa de que niñas y niños, por estar confinados, no pudieron seguir un proceso de trabajo de aprendizaje lo más normal posible.

Educación post pandemia y autorregulación del aprendizaje: obstáculos y desafíos
Por Natalia Ojeda Gaete

Durante el último capítulo de Con Mirada de Mujer de la Radio Ucentral, estuvo Sonia Fuentes Muñoz, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la UCEN, quien reflexionó sobre las dificultades que enfrentó el área de la educación, tanto escolar como universitaria durante la pandemia. Además, explicó, desde su mirada educativa, la necesidad de la autorregulación del aprendizaje por parte de los y las estudiantes y las instituciones.

La también doctora en Psicología y Educación, postdoctorada en Autorregulación del Aprendizaje, magíster en Educación Especial y educadora de párvulos, enfatizó que la mayor pérdida fue una interrupción importante en los procesos de trabajo del aprendizaje que fueron fundamentalmente de tres tipos: la esfera social, en donde niños y niñas (de todos los niveles de edad del sistema educativo) se comunicaban y convivían de manera permanente con sus pares; evidencia afectiva, ámbito que se vio interrumpido por la poca interacción con los demás; y cognitivo, proceso en el cual perdieron su concentración y autonomía.

Lo anterior, en palabras de la académica, evidenció una realidad que no se había “palpado tan directamente y es que nuestros estudiantes, y aquí hablo en general, no han estado fortalecidos con competencias para aprender de manera autónoma”. Esta falta de autonomía dentro del aula debe estar orientada a los objetivos que se tienen del aprendizaje, enfatizó la decana Fuentes.

La invitada también detalló que la autorregulación del aprendizaje es “que cada persona desarrolla un proceso activo, en el cual formula metas y para llegar a esas metas activa tres aspectos de su funcionamiento”: afectivo y motivacional, cognitivo y comportamental. En el campo de la educación y el aprendizaje, estos tres pilares tienen que estar orientados en aprender, adquirir y aplicar alguna información por parte del estudiantado; y deben ser monitoreadas por profesores en donde, además, “les enseñamos a poder aprender a ser autorreguladores de su aprendizaje”.

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