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Ceguera y resiliencia: Margarita Rubilar Delzo y su historia de cómo enfrentó un accidente vascular

Margarita es usuaria del Centro de Atención y Estudios de Terapia Ocupacional (CAETO) de la Universidad Central, en donde se encuentra en proceso de rehabilitación.

Ceguera y resiliencia: Margarita Rubilar Delzo y su historia de cómo enfrentó un accidente vascular

Por Natalia Ojeda Gaete

 

En un nuevo capítulo de Con Mirada de Mujer de la Radio Universidad Central, Margarita Rubilar Delzo, quien padece ceguera a causa de un accidente cerebro vascular, relató su valioso testimonio de vida y cómo ha sido su proceso de rehabilitación.

Antes del accidente, Margarita era una mujer independiente y trabajaba en Casa de Monedas. Todo partió en 2014, cuando durante su jornada laboral sufrió un dolor de cabeza tensional que se extendió por varios días. Luego de visitar a diferentes doctores, le recetaron medicamentos para el dolor, los cuales evolucionaron en pastillas para relajarse y dormir. “Nadie me dijo ‘esto puede ser algo grave’, no, solamente me ponían calmantes”, señaló Margarita”.

Después de dos semanas, acudió a una clínica psiquiátrica en la que quedó internada y desde ese momento admite no recordar nada. “Después de cuatro días, que estuve más o menos, desperté en el hospital Tisné, en la UCI, llena de máquinas, de sondas para comer, para hacer pipí, para ver el corazón y el oxígeno”, detalló.

“Cuando desperté, el médico me dijo que lo que había tenido fue una trombosis seno venosa que la habían descubierto después de que quedé en coma, porque me hicieron un escáner, pero no salía nada y, después, cuando se produjo isquemia, se dieron cuenta de que era una trombosis”

Fue entonces cuando inició su proceso de reaprendizaje: comer, lavarse los dientes, ir al baño y sentarse fueron algunos de los desafíos que debió enfrentar. No obstante, la secuela más grave fue la pérdida de la visión.

Margarita llegó a CAETO a través de una vecina y docente de la Universidad Central, en donde se encuentra en proceso de rehabilitación debido a que perdió la sensibilidad en sus manos.

Viviana Rodríguez La Pietra, académica de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad Central y quien también está a cargo del Centro de Atención y Estudios de Terapia Ocupacional (CAETO) de la misma institución, recalcó que cuando llegan usuarios al centro recopilan la documentación que estos llevan y “empiezan a hacer como un rompecabezas”, opinó.

En el caso clínico de Margarita, según la académica, “decir que es una negligencia, sonaría más a un juicio de valor porque no tengo todos los antecedentes”. Aunque, agregó, hace falta organización e información complementaria entre instituciones para que esta situación no ocurra y se avance más rápido hacia un diagnóstico.

Una vez que despertó, “se me derrumbó todo, porque nunca imaginé que tenía eso, porque ningún médico me dijo ni se aproximaron a que fuera un accidente vascular”, aseguró Margarita.

Así comenzó su rehabilitación para volver, primero, a caminar. “Tengo que darle muchas gracias a Dios, porque él me dejó con vida, porque si no hubiera sido la voluntad de Dios que siguiera viviendo hubiera muerto, porque mi diagnóstico era morir o quedar tetrapléjica”.

Margarita confiesa que su madre, María, ha sido clave en su proceso de rehabilitación: “ella pasó a ser mis ojos, me cuida, me da mis pastillas, es la que siempre anda preocupada”. Asimismo, su padre es el encargado de las labores domésticas y de trasladar a su hija. “Le doy las gracias a Dios por ellos, porque son adultos mayores, pero han sido las personas que han estado al lado mío”, valoró.

 El Centro de Atención y Estudios de Terapia Ocupacional (CAETO) es un programa docente asistencial que lleva algunos años en la universidad y tiene como propósito realizar terapia ocupacional a niños/as/es, adolescentes, adultos y adultos mayores. Respecto al caso de Margarita, Viviana sostuvo que ya pasó su fase de duelo. “Su cuadro clínico, quizás, va a ser permanente, pero eso no quiere decir que tenga limitaciones permanentemente y está en una disposición de abrirse a la vida, de conocer, de aprender, de revivir, de sobrevivir”.

La académica destacó que “esta posibilidad es abierta a toda la comunidad, siendo las puertas ampliamente anchas para recibirlos. Sí, tenemos cupos un poco limitados, pero damos respuesta en lo que más podemos”.

Para más información sobre las prestaciones que ofrece el Centro de Atención y Estudios de Terapia Ocupacional (CAETO) contactarse al correo: caeto@ucentral.cl.

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