“Body shaming”: La sub pandemia de las redes sociales
Por: Javiera Alfaro
Los trastornos alimenticios (TCA) elevan sus cifras en adolescentes desde el inicio de la pandemia, tras una masificación en el uso de las redes sociales. Este grupo se considera uno de los más vulnerables a recibir comentarios negativos sobre la apariencia física, acción catalogada al inglés como “body shaming”.
María José Figueroa, nutrióloga de la Clínica Alemana y experta en conductas alimentarias, pone énfasis al núcleo de esta problemática: “Los niños no son conscientes de si alguien es más alto o más delgado, eso es algo que aprenden de nosotros los adultos, que constantemente hablamos de estas referencias y, la mayoría de las veces, de manera negativa”, explica.
Este tipo de violencia logra desencadenar consecuencias físicas y psicológicas, como incapacidad de adaptación social, anorexia nerviosa, bulimia, baja autoestima, o inclusive modificaciones corporales a causa de la insatisfacción.
Acorde a cifras de la Unidad de Salud adolescente del Servicio de Salud Metropolitano suroriente, en el 2017 ingresaron 28 jóvenes con TCA, pero en 2021 se registraron hasta 84 casos.
Existe un traslado de los estereotipos desde los medios convencionales hacia lo virtual, donde los usuarios, desde su fácil acceso y anonimato, atacan a otros cibernautas que no consideran dentro de los cánones de belleza.
“El juicio a los otros ha existido siempre, la diferencia está en que hoy se transmite por las redes sociales y ya no son comentarios al aire, quedan ahí, escritos”. Señala Ignacia Bürr, psicóloga de la Clínica Las Condes y especialista en trastornos de imagen corporal.
Por lo mismo, se recomienda normalizar la diversidad y fomentar la educación sobre estos temas en el entorno directo, con el fin de disminuir la inseguridad corporal, promover la salud mental y darle un uso no perjudicial a la brecha digital.