Especialistas del ámbito académico y constitucional abordaron los desafíos en materia de contenidos para una nueva Carta Magna

Los eventuales contenidos para una nueva Constitución y los principales desafíos que enfrenta este proceso, tras el expresivo resultado del plebiscito de octubre, fueron tratados en profundidad por un destacado panel de expertos invitados por la Escuela de Gobierno y Comunicaciones en el marco de su programa #PedagogíaCiudadanaUCEN.

En el encuentro se dieron cita académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Verónica Figueroa; el rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, el académico e investigador de la Universidad de Buenos Aires, Roberto Gargarella; y el abogado constitucionalista de la Universidad de Chile, Fernando Atria, instancia que fue moderada por la directora de la carrera de Ciencia Política, Neida Colmenares, e inaugurada por el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones, Marco Moreno.

Recordando el propósito de la iniciativa #PedagogíaCiudadanaCEN, Moreno recordó que luego del plebiscito, “tenemos este segundo momento donde los contenidos marcarán la parte más trascendente del itinerario de este tren democrático”. En esa línea, anticipó una intensa discusión sobre los temas que tendrá una nueva propuesta de texto constitucional, destacando aquellos relativos a derechos humanos, migración, pueblos indígenas e inclusión, como los fundamentales.

…»tenemos este segundo momento donde los contenidos marcarán la parte más trascendente del itinerario de este tren democrático”.

Por su parte, en su intervención, Verónica Figueroa abordó aspectos relativos a la relación entre el Estado chileno y los pueblos indígenas, el rol de las constituciones nacionales a lo largo de la historia en ese contexto, los derechos de los pueblos indígenas y los elementos relevantes a considerar en una nueva propuesta, destacando la plurinacionalidad. “La soberanía, no puede radicar en una nación hegemónica, sino que debe ser devuelta a las naciones preexistentes, en respeto a su diversidad cultural”, recalcó.

En tanto, Ramis, sistematizó las propuestas en una suerte de decálogo, que tuvo como eje central las asimetrías de poder, las desigualdades y el cuestionamiento al modelo de desarrollo y el trato al medioambiente, manifestando que “el mundo académico debe recoger lo que la ciudadanía está expresando de manera dispersa y darle un cauce para la discusión institucional”.

Gargarella centró su análisis en lo que llamó “el problema de la acumulación” que, a su juicio, implica que “las constituciones de varios países de América Latina sean producto de la negociación de las élites; un sistema que nació históricamente desequilibrado y que amenaza elConstitucionalismo el siglo XX”.

Finalmente, Fernando Atria, recordó que las consecuencias por las cuales este proceso está en desarrollo tienen que ver con la irrupción popular que rechazó el orden establecido, lo que atañe a la representación política. “La idea misma de representación está en cuestión. La dimensión institucionalizada de la Convención Constituyente requerirá ser vista socialmente como representación de la discusión popular”, advirtió el constitucionalista.

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