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Especialistas alertan sobre los efectos negativos del teletrabajo

El miércoles 19 de agosto y con la asistencia de más de 130 personas, se llevó a cabo el Seminario Internacional “Teletrabajo, Salud y Pausas Activas en el contexto del trabajo” que organizó la carrera de Pedagogía en Educación Física y la dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Central, FIEP Chile y la mesa […]

Especialistas alertan sobre los efectos negativos del teletrabajo

El miércoles 19 de agosto y con la asistencia de más de 130 personas, se llevó a cabo el Seminario Internacional “Teletrabajo, Salud y Pausas Activas en el contexto del trabajo” que organizó la carrera de Pedagogía en Educación Física y la dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Central, FIEP Chile y la mesa técnica de “Actividad y Educación Física Escolar en Pandemia” constituida por integrantes de los tres Ministerios: Deporte, Salud y Educación.

Por su parte, Claudia Contreras, directora de Vinculación con el Medio y delegada nacional Federación Internacional de Educación Física Chile y Juan Maureira, director de la carrera de pregrado, fueron los encargados de ir moderando la actividad que tuvo como dinámica la exposición y contra preguntas hacia tres destacados especialistas: Marco García, docente de la Universidad de Santiago de Chile; Randolph Dölz,  coordinador académico y docente del Programa de Quiropraxia de la UCEN y Néstor Colazo del Instituto de formación docente “Juan B. Alberdi” Deán Funes de Córdoba, Argentina.

Según explicaron los especialistas, desde el punto de vista físico, el teletrabajo ha aumentado el sedentarismo en la población, trayendo como consecuencia, la aparición o incremento de los problemas a nivel musculoesquelético, stress, y cansancio por la cantidad de horas frente al computador. Estas enfermedades hipocinéticas o de falta de movimiento, repercuten de forma muy negativa sobre los componentes de salud de la población.

Por lo anterior, es necesario entender el origen de estos problemas, sobre todo, como aplicar medidas de pausas activas y de relajación, con el propósito de aliviar y ayudar en el sostenimiento de la salud, frente a condiciones de confinamiento a las cuales el organismo no está preparado.

Según el profesor García, es necesario hacer una distinción entre los que es el trabajo a distancia, entendido como aquel trabajador que presta sus servicios desde un domicilio, y el teletrabajo, que es también un servicio laboral, pero a través de medios tecnológicos o informáticos. “es bueno generar instancias entre empleador y trabajador para tratar de definir niveles de relaciones que sean saludables, con o sin ley, se pueden alcanzar muchas cosas” comentó.

En tanto para Randolph Dolz, el no contar con un espacio adecuado para el desarrollo del teletrabajo, las personas adoptan posturas que inciden en posteriores patologías y cambios estructurales en su cuerpo. Ejemplos de ello comenta, es mantener piernas cruzadas, posturas con adelantamientos de cabeza y cuello, o el clásico acercarse a la pantalla del computador.

Para evitar estos negativos efectos, sugiere que es importante adecuar la estación de trabajo dispuestas en casa, siendo fundamental utilizar una silla ergonómica, realizar pausas activas para poder flexibilizar los músculos de manera frecuente (intervalos de 1 hora y media), relizar ejercicios de flexibilización y elongar los músculos del cuello para lograr un balance en la sección cráneo cervical.

A su vez, el delegado de Fiep Argentina, también coincide con Dolz respecto a las exigencias físicas que toda actividad laboral requiere, ya sea dinámica o pasiva, cuando la demanda es mayor a lo provisto para realizar ese movimiento, es que se produce la fatiga como un mecanismo de defensa que nos pone en alerta para realizar una pausa. “El descanso activo, no debe ser tomado como una pérdida de tiempo, es un tiempo esencial para poder recuperar la capacidad de trabajo. Está demostrado que el rendimiento es ascendente si se le considera”.

¿Por qué es importante utilizar estos recreos cerebrales? Un descanso adecuado, asegura el especialista, aporta oxigeno al cerebro, aumentando la concentración y la memoria. “Las pequeñas pausas ayudan a refocalizar y dar ráfagas energizantes de oxígeno. Cuando la información cognitiva está conectada con el movimiento, retener y recordar es más sencillo”.

Para que el cerebro descanse durante una pausa activa, Colazo aconseja realizar movimientos cruzados de brazos y piernas, ya que el hemisferio cerebral controla la parte contra lateral del cuerpo “realizar movimientos rotatorios de equilibrio, saltos y giros, ayudan a desarrollar y mejorar el sistema vestibular y la percepción espacial”.

Al finalizar, la directora de Vinculación con el Medio, agradeció la participación de los invitados y de los asistentes, comentando «ha sido un gran aporte para todos quienes estamos en casa, que adoptamos una malapostura, estos conejos nos sirven para poder hacer algunos ajustes que son necesarios».

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