Jardín infantil en el mar y el nuevo niño
Por: Jadille Mussa
Académica Arquitectura del Paisaje, U.Central

Como afecta a nuestro clima la aparición de diversas corrientes cálidas y frías en el mar a las que llamamos Niño, Niña y ahora apareció un Niño Costero. Recordemos que, en este verano, en enero la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) que es la responsable de describir y predecir los cambios en el medio ambiente mediante la investigación de los océanos, la atmósfera, el espacio y el sol, señaló la aparición del fenómeno de La Niña, pero de poca intensidad.
El fenómeno de El Niño y de La Niña son componentes oceánicos del ENOS (Oscilación del Sur) que corresponde a la aparición, de tiempo en tiempo, de aguas superficiales relativamente más cálidas (Niño) o más frías (Niña) que lo normal en el Pacífico tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia.
Ambos se denominan fenómenos porque son un tipo de corriente no estables que aparecen o desaparecen según su fuerza e intensidad. Por eso si recordamos en enero se comentaba que aparecería La Niña pero que era débil, lo que traería más frío y poca precipitación.
Pero apareció un nuevo niño. El Niño costero es una variante del fenómeno de El Niño que se manifiesta de forma más intensa en regiones costeras, particularmente en el Océano Pacífico cercano a la costa de Sudamérica. Se caracteriza por el calentamiento anómalo de las aguas del océano en la región costera, lo que provoca cambios significativos en los patrones climáticos locales. Durante un evento de El Niño costero, las temperaturas de las aguas del mar pueden aumentar significativamente, a menudo sobrepasando los 28°C. Esto crea un ambiente propicio para condiciones meteorológicas extremas. A pesar que el 21 de marzo llega oficialmente el otoño, podríamos tener altas temperaturas por un período mayor de tiempo.