Japón se consagra: el arrasador primer clasificado al Mundial 2026

Tras una extraordinaria clasificatoria, Japón se convirtió oficialmente en el primer clasificado al Mundial, dejando números impactantes: van invictos con 12 victorias, 1 empate, 48 goles a favor y solo 2 en contra.

Con un fútbol basado absolutamente en el juego colectivo por encima de la acumulación de estrellas, los japoneses fueron capaces de cimentar un camino excelso rumbo a la próxima copa del mundo, cita en la que están demostrando ser fieros competidores desde Rusia 2018, y que a este ritmo los encontrará en la mejor versión de su historia para 2026.

El recorrido del titán de Asia

En la segunda ronda de la clasificatoria asiática, las cosas fueron bastante sencillas para la escuadra del sol naciente, enfrentando a Corea del Norte, Siria y Birmania. Considerando la diferencia de nivel, no sorprendió que los nipones cerraran la fase con seis victorias consecutivas. Sin embargo, lo llamativo es que anotaron 24 goles y no recibieron ninguno.

La tercera etapa comenzó a lo grande, con Japón triunfando 7-0 frente a China, 5-0 contra Baréin y 2-0 ante Arabia Saudita.

Apenas perdieron la valla invicta llegado el décimo partido de la competencia ante la constantemente mundialista Australia en su empate 1-1, la única mancha en un historial perfecto, irónicamente, ambas anotaciones fueron autogoles, de Shogo Taniguchi y Cameron Burgess, en un encuentro donde los japoneses tuvieron un 66% de posesión y 12 remates, mientras que los australianos no pudieron patear al arco.

Indonesia no fue ningún problema para los japoneses, que se llevaron el triunfo 4-0 y posteriormente repitieron la victoria con China por 3-1, recibiendo el segundo gol de su registro, obra de Lin Lianming, otrora jugador del Real Madrid Castilla, hoy en las filas del Beijing Guoan.

Kamada y Kubo convierten a Japón en el primer clasificado al Mundial

La fiesta se desató el jueves 20 de marzo, con el choque ante Bahrein. Si bien los samuráis azules consiguieron una victoria aplastante por 5-0 en su primer enfrentamiento, con una precisión en los pases del 90%, que graficó el dominio absoluto de los nipones, sus oponentes encontrar una mejor versión de sí mismos en este choque.

Aunque el duelo fue más complicado que en la primera instancia, y Bahrein buscó rematar cada vez que tuvo oportunidad, el control del juego era para los japoneses, que concretaron su dominio a través del gol de Daichi Kamada al 66’ tras una notable jugada colectiva, que resaltó la capacidad de asociación y filtración de los dirigidos por Hajime Moriyasu (quien hace años merece ser considerado uno de los mejores técnicos del planeta).

El cuadro del sol naciente concretó la victoria gracias a Takefusa Kubo, quien aportó su destello de magia con un golazo desde el primer palo, engañando al portero que ya había inclinado el cuerpo para salir a cortar el centro y no pudo reaccionar al misil del as de la Real Sociedad, que cruzó la portería de lado a lado y transformó a Japón en el primer clasificado al Mundial 2026.

¿Entre los mejores del mundo?

Si bien el fútbol asiático nunca ha gozado de un gran prestigio, no cabe duda de que es el continente que más distancias está recortando con las potencias y un mercado extremadamente fructífero, principalmente gracias al crecimiento de Corea del Sur, Arabia Saudita y, sobre todo, Japón, quien ya demostró estar en condiciones de enfrentarse de igual a igual contra los grandes.

Aunque sea difícil creerlo para quien ignora el funcionamiento de la cultura japonesa, hace décadas fue lanzado el proyecto deportivo con el que los nipones se propusieron convertirse en campeones del mundo el año 2050. Suena fantasioso, pero desde ese punto hasta la fecha, se han superado cada una de las metas propuestas en este plan.

Algunos elementos centrales son convertirse en la liga de fútbol profesional más competitiva de Asia, lo que consiguieron trabajando en sus bases futbolísticas en lugar de priorizar la contratación de súper estrellas, a diferencia de chinos o árabes, impulsar el crecimiento de este deporte en todas las regiones del país y alcanzar los 10 millones de fanáticos.

Consagrando todas las ramas

Además, los nipones persiguen entrar en el top ten de cada categoría, y de momento están mostrando resultados acorde, consagrándose campeones del mundo en fútbol femenino adulto, sub17 y sub20, 

Por otro lado, las ramas juveniles han dado que hablar acumulando un subcampeonato sub-20 y peleando constantemente por medallas olímpicas, en campañas donde suelen batir a potencias, como en su victoria 4-0 frente a Francia en Tokio 2020.

Por su parte, la categoría adulta masculina, clasificó a su octavo mundial consecutivo, y sigue cumpliendo al pie de la letra las metas propuestas en el proyecto 2050, ya que para Qatar 2022 se determinó que debían vencer a potencias futbolísticas y efectivamente fueron capaces de vencer tanto a España como Alemania y posteriormente llevar a Croacia, que terminarían terceros, hasta los penales.

El primer clasificado al Mundial: ¿Japón invitado o candidato?

El siguiente objetivo que plantean concretar antes de 2030 es entrar dentro de los cuatro mejores del Mundial, un desafío mayúsculo pero que no parece imposible con el nivel actual de los japoneses.

Quizás los conservadores del fútbol vean esa visión como una broma, pero seguramente también lo pensaron antes de que Japón goleara a Francia en Tokio 2020, superara a Colombia en Rusia 2018, y venciera tanto a españoles como alemanes en Qatar 2022.

Actualmente, los japoneses son uno de los mejores equipos del mundo, con un orden defensivo que grafica la disciplina de su cultura, una precisión en los pases digna de un reloj, y una ofensiva cada vez más creativa, que construye cuotas goleadoras sorprendentes, y no solamente frente a los asiáticos, como demuestra el 4-1 con el que superaron a Alemania en 2023.

Japón se convierte en el primer clasificado al Mundial 2026, y con números tan sorprendentes, quizás sea la primera ocasión en que un equipo fuera de América y Europa se presente a la cita planetaria como un candidato serio a luchar por el podio, en lugar de apostar por ser la sorpresa, porque los japoneses no crecieron por suerte, sino que construyeron su camino hasta la mesa de los mejores del mundo.