Columnas

El rol de la kinesiología en el tratamiento de la hemofilia

Por: Andrea Rosselot Román
Kinesióloga y académica de la U.Central

El rol de la kinesiología en el tratamiento de la hemofilia
Andrea Rosselot 14 abril, 2025

Cada 17 de abril se conmemora el Día Mundial de la Hemofilia, una enfermedad genética que afecta la capacidad del cuerpo para coagular la sangre, en otras palabras, de cicatrizar, lo que puede llevar a hemorragias espontáneas o prolongadas. En Chile, se estima que la prevalencia es similar a la de otros países, con aproximadamente 1 de cada 10,000 personas nacen con esta patología. Según datos de la Fundación de Hemofilia de Chile, hay alrededor de 1,200 personas diagnosticadas con hemofilia en el país.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las personas con hemofilia es el riesgo de lesiones articulares. Las hemorragias recurrentes en las articulaciones pueden llevar a la hemartrosis, una condición que causa dolor, inflamación y, eventualmente, daño articular permanente. Aquí es donde el kinesiólogo entra en acción. Mediante la evaluación y el diseño de programas de ejercicio personalizados, el kinesiólogo puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, proporcionando estabilidad y reduciendo el riesgo de lesiones.

Dentro de un programa personalizado, el kinesiólogo incluirá ejercicios de fortalecimiento muscular, lo que ayuda a estabilizar las articulaciones y prevenir lesiones. Se debe usar pesas ligeras, bandas elásticas o el mismo peso del cuerpo. También incluirá ejercicios de rango de movimiento para prevenir la rigidez, muy importantes luego de algún evento hemorrágico. La actividad aeróbica moderada también es parte del trabajo que se plantea, ya que es beneficiosa para la salud cardiovascular y general. Se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto para minimizar el riesgo de lesiones, como caminatas, natación o bicicleta estática. Con la finalidad de prevenir caídas y posibles hemorragias asociadas, el kinesiólogo también considerará ejercicios de coordinación y equilibrio.

La educación sobre la técnica adecuada y la progresión gradual de los ejercicios son clave para garantizar la seguridad y efectividad del programa de ejercicios. Es fundamental que las personas con hemofilia comprendan la importancia de mantener un estilo de vida activo y saludable. A través de sesiones de educación, se puede enseñar a los pacientes sobre ejercicios seguros, técnicas de autocuidado y la importancia de la adherencia al tratamiento. Esto empodera a los pacientes y también les ayuda a desarrollar una mayor conciencia sobre su condición.

La salud mental también es un componente crítico en el tratamiento de la hemofilia. Los pacientes pueden experimentar ansiedad y depresión debido a las limitaciones físicas y el miedo a las hemorragias. El kinesiólogo, al establecer una relación de confianza y apoyo, puede ayudar a los pacientes a enfrentar estos desafíos emocionales. La actividad física, guiada por un profesional, no solo mejora la salud física, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar emocional.

En conclusión, el rol del kinesiólogo en el tratamiento de la hemofilia es indispensable. A través de la prevención de lesiones, la educación del paciente, la rehabilitación y el trabajo en equipo, los kinesiólogos contribuyen significativamente a mejorar la calidad de vida de las personas con hemofilia.

Columnas Relacionadas