El optimismo de Boric y el mercado
Por: Francisco Castañeda
Economista, Universidad Central de Chile

La última Cuenta Pública del presidente Boric marca un giro evidente en la narrativa económica del gobierno. El énfasis inicial en transformaciones estructurales, con un enfoque refundacional, ha dado paso a un tono más pragmático, centrado en crecimiento económico y estabilidad fiscal. Sin embargo, esta fue leída con escepticismo por gran parte por los sectores productivos. Así la mención en la Cuenta Pública de que Chile posee el salario mínimo más alto de Sudamérica debe contrastarse con una tasa de desempleo persistentemente alta, que amenaza con neutralizar cualquier avance distributivo.
Además, el impacto de la delincuencia sobre las pequeñas empresas se ha transformado en un “impuesto oculto” que limita el emprendimiento y deteriora la vida cotidiana. Desde lo fiscal, preocupa la falta de propuestas claras para corregir el déficit y contener el aumento de la deuda pública.
A esto se suma la postergación de la modernización del Estado, más allá de medidas aisladas, lo que es clave para mejorar la calidad del gasto y fomentar la inversión, la que ha estado estancada en las últimas décadas. Amén de una erosión importante en el derecho de propiedad. La implementación efectiva de políticas públicas para proveer más y mejores bienes públicos, requiere no sólo de voluntad política, sino también de una colaboración estrecha con el sector privado.