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El Desafío Económico y Geopolítico de Milei

Por: Francisco Castañeda / Académico y Economista
Universidad Central de Chile

El Desafío Económico y Geopolítico de Milei
Francisco Castañeda 16 enero, 2025

El presidente de Argentina Javier Milei ha revertido cierta desesperanza en Argentina. La economía en términos generales ha mejorado y aún goza con una gran popularidad a pesar de que ya cumple un año en el cargo. Las medidas tomadas han sido drásticas y aunque hay brotes positivos, es prematuro dar por hecho que el proceso de ajuste será exitoso en el largo plazo.

Ha logrado bajar la inflación significativamente (menos del 3% mensual), ha reducido el déficit fiscal pasando a un superávit del 3% del PIB, y ha estimulado la economía la que ya se proyecta con un crecimiento anual del 5% para el 2025, pese a contraerse un 3% el 2024 (dado el ajuste fiscal y monetario).

La política de shock ha implicado contraer el gasto publico y achicar el tamaño del Estado, lo que en conjunto con eliminar la impresión monetaria, ha generado más credibilidad y una mayor confianza en la moneda doméstica. Todo esto no ha sido gratis; reducción del empleo público en proporción importante, contracción real de los montos de jubilaciones, disminución de subsidios y en general una reducción importante del gasto social. La pobreza aumentó en el primer semestre 2024 dado estos mega-ajustes (ya venia alta desde el gobierno de Alberto Fernández), pero ya se espera que con el crecimiento y la baja en la inflación esta se ubique bajo el 40%. Y con el FMI pidiendo la eliminación para las restricciones de divisas (el fin del cepo cambiario, institucional y estructural), la situación no es fácil. Argentina necesita un crédito puente de 11 mil millones de dólares para recomponer sus reservas internacionales y así poder renegociar los 44 mil millones de dólares que se vencen prontamente. Probablemente los mercados de capitales globales concederán el crédito a la luz de los positivos resultados en materia macroeconómica. Pero, no obstante, la moneda local se ha apreciado en términos reales, pese a la caída en la inflación, lo cual no es positivo para la acumulación de reservas internacionales. El FMI presiona por una eliminación de las restricciones de divisas para personas y empresas, al mismo tiempo que aboga por una devaluación controlada y gradual de la moneda para estimular el sector exportador y así incrementar las reservas internacionales del Banco Central. Esta historia es aun en desarrollo.

En el ámbito geopolítico, Milei se ha alineado con Estados Unidos y Occidente en su versión mas conservadora. Desde su visión anarco-capitalista a libertaria, busca la reducción sistemática del Estado concediéndole poco espacio o nada a que un Estado (y sus agencias) con los límites claros y derechos de propiedad bien definidos sea un agente y aliado del sector privado para el desarrollo (Corea del Sur, Alemania, entre otros). Aquí el concepto de Estado incluso en los Estados Unidos juega un rol gravitante. Toda la política industrial y subsidios del Estado norteamericano a empresas como TESLA, SPACE X (de Elon Musk) han sido fundamentales para apoyar la industria norteamericana. Incluso las probables medidas de Trump en cuanto a subir aranceles a los países que comercian con Estados Unidos (en particular China) iría en sentido contrario a la visión del libertario.

Ciertamente Argentina tuvo décadas un Estado que atrofia el crecimiento económico, pero debe redirigir este Estado (ya reducido) para insertarlo en apoyo al comercio e industrias en los que participa Argentina a nivel global. En esta línea, Argentina quiere más flexibilidad a nivel de Mercosur, para reducir aranceles y negociar acuerdos comerciales sin la aprobación del bloque comercial como un todo.  Además, una reducción y destrucción sistemática del Estado incluso con la privatización masiva de empresas publicas impone un desafío no menor al dejar con menos amplitud a las políticas públicas. Un análisis técnico y riguroso debería ponderar el aspecto deficitario permanente o transitorio de empresas del Estado. Con los incentivos adecuados y mejorando la calidad en la gestión, no necesariamente se deberían privatizar la totalidad de empresas públicas. La política pública por privatización en algunos casos pierde palanca industrial, no desarrolla mercados, no evita monopolios o concentración de mercados, o invierte donde el privado no quiere porque no es rentable. Además una privatización masiva con los grupos empresariales como punta de lanza podría generar la sensación de que Milei trabaja ahora para la otra “casta”, con lo cual perdería apoyo de la población para sostener las rudas políticas de ajuste económico.

Esta primacía geopolítica que busca Argentina en América Latina dependerá de los resultados de mediano y largo plazo de las actuales políticas de shock. Este costo social (inevitable) debería ser menos importante en la medida que la inflación siga bajando, que el crecimiento despegue, que baje la tasa de pobreza y que exista un ambiente de estabilidad para el tipo de cambio. Esto haría a Argentina ser el centinela de Estados Unidos en la región atrayendo ingentes cantidades de capital e inversiones. Además, sería un contrapeso ideológico y económico a Brasil y a las economías BRICS y asociados (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) que tienen un foco más intervencionista del Estado en la economía.

Quizás en un tiempo más, estemos hablando del Consenso de Buenos Aires, no en términos de volumen de PIB (como los consensos de Washington y de Beijing) sino en términos de las grandes directrices de la política económica. Pero la retorica anti-Estado es tan vacía como la retórica anti-capitalista. Buscar ese equilibrio entre un sector privado dinámico, no rentista, y un Estado moderno, flexible, pero con palanca en la política pública, es de crucial importancia para el desarrollo de los países. El pragmatismo en economía debe ser la norma, y así ya pasó la fiebre de dolarizar la economía y eliminar el Banco Central, que eran medidas extremadamente ideologizadas y que el gobierno de Milei ya las abandonó.

Y esto es aún una noticia en desarrollo.

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