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Vacunas y expectativas económicas

Catalina Maluk Abusleme Directora Escuela de Economía y Negocios UCEN   Qué duda cabe que gran parte de las expectativas de recuperación para nuestra decaída economía, recaen en las vacunas contra el virus del COVID 19. De hecho, el más reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una mejoría de las perspectivas económicas luego […]

Vacunas y expectativas económicas

Catalina Maluk Abusleme

Directora Escuela de Economía y Negocios UCEN

 

Qué duda cabe que gran parte de las expectativas de recuperación para nuestra decaída economía, recaen en las vacunas contra el virus del COVID 19. De hecho, el más reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una mejoría de las perspectivas económicas luego de los procesos de inoculación, lo que supone un mayor control en la propagación de la pandemia.

A nivel mundial, la recuperación del crecimiento para este año sería del orden del 5,5%, según el organismo, mientras que para América Latina la proyección es de un moderado 4.1% pero con un ritmo distinto conforme a la realidad de cada uno de los países de esta parte del mundo.

Para Chile, hay cierto consenso entre los economistas respecto de que el crecimiento para 2021 sería del orden del 4,5% y también lo hay respecto de las vacunas como factor clave. La pregunta es ¿cuánto podría llegar a demorarse vacunar a toda la población y de qué manera la velocidad de ese proceso incidirá en el ritmo de recuperación económica?

Según expertos en salud, es necesario alcanzar lo que se llama “inmunidad de rebaño”, es decir, tener a la gran mayoría de la población vacunada. Se dice que de la rapidez del proceso, depende la velocidad de recuperación económica, pues una vez que las personas puedan salir a trabajar, o el Estado ponga en marcha planes de reactivación de obras públicas, comenzaremos a levantar el vuelo.

Lo que se olvida es que la OMS ha descartado que el mundo alcance la inmunidad de rebaño durante 2021, por lo tanto seguirán vigentes las medidas de autocuidado, como el uso de mascarilla, lavado de manos frecuente y distanciamiento físico. En ese contexto, la vacuna es una solución, pero la voluntad y el esfuerzo de todos son la verdadera panacea.

 

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