Por: Carlos Báez Catalán
A raíz de la pandemia del COVID-19, el Gobierno de Nueva Zelanda tiene un plan de recuperación para atraer visitantes de un mayor nivel económico, y se comprometieron a actuar contra los mochileros que defecan en plena naturaleza.
Stuart Nash, ministro de Turismo, solicitó a los viajeros foráneos y a sus propios ciudadanos que la imagen de sostenibilidad del país fuera respetada, y señaló en la radio RNZ que tienen una gran cantidad de furgonetas sin excusado en el país, entonces, si tienen la necesidad de usar el baño, se detienen en un lado de la carretera y defecan en los ríos.
Declaró también que los días de arrendar ese tipo de furgonetas ya quedaron atrás, comprometiéndose a la prohibición de los vehículos sin este servicio.
Nash tiene la ambición de que el país sea considerado uno de las tres primeras opciones para los viajeros más distinguidos del mundo cuando las fronteras globales sean abiertas, también se refirió a que no por lo mencionado anteriormente cerrarían las puertas a mochileros que viajen con un presupuesto más pequeño.
El turismo en Nueva Zelanda es un sector que está en apogeo. El 2019 presentaron una cifra de 11,4 millones de visitantes internacionales, cifras que decaerán a raíz de la pandemia por el coronavirus.