“Nuestros peores temores se han hecho realidad. Tras semanas de escalada, ha dado comienzo una invasión rusa que probablemente tendrá espantosas consecuencias para los derechos humanos y las vidas de las personas”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Mientras las bombas y los cohetes caen sobre bases militares ucranianas, y se reciben los primeros informes sobre el uso de armas de efectos indiscriminados por parte del ejército ruso, Amnistía Internacional reitera su llamamiento a todas las partes para que respeten estrictamente el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos. Deben protegerse las vidas, las viviendas y las infraestructuras civiles; no deben lanzarse ataques indiscriminados ni deben utilizarse armas prohibidas como las municiones de racimo. También reiteramos nuestro llamamiento para que se permita y facilite el acceso de las agencias humanitarias con el fin de prestar asistencia a la población civil afectada por las hostilidades”.
“Amnistía Internacional seguirá de cerca la situación para denunciar las violaciones del derecho internacional que cometan todas las partes.”
El conflicto armado cada vez más amplio entre los dos países estalló en la madrugada del 24 de febrero, cuando el ejército ruso lanzó contra bases aéreas y militares ucranianas fuertes ataques con bombas, artillería de cohetes y misiles. Mientras tanto, columnas de tanques invadieron el territorio de Ucrania a todo lo largo de la frontera.