Elegir la mochila para los niños nunca ha sido tarea fácil, sobre todo porque hay veces en las que ellos intentan marcar su preferencia por alguna u otra de acuerdo a sus gustos personales y, finalmente, los padres ceden ante esta presión, los precios y hasta en los materiales de estas. Pero, ¿puede traer riesgos para la salud no usar la mochila adecuada?
La kinesióloga de Clínica INDISA, Francisca Ruiz, señala que “una adecuada mochila para los niños que están prontos a regresar a clases puede ayudarlos a mantener una postura saludable, a sentirse cómodos en sus trayectos entre el colegio y la casa. Esto, considerando que los niños y adolescentes están en constante crecimiento, y así como crece el cuerpo, la columna también lo hace, por lo que debemos cuidarla desde temprana edad para evitar futuros problemas”.
Si tu hijo es pequeño o está en plena adolescencia, estos consejos te pueden servir para prevenir problemas o dolores en la espalda.
1. Fíjate en el tamaño de la mochila
Por muy adorables que se vean los niños pequeños con mochilas gigantes, esto no está bien. El ancho de esta debe ser proporcional (en la medida de lo posible) al ancho de quien la utilizará. “Un niño de 7 años no puede usar la mochila de un adulto porque no está preparado para esa carga. Además, la mochila nunca puede ser más larga que la espalda de quien la carga, de lo contrario todo el peso se irá directo a los hombros”, explica la especialista de INDISA.
2. Cuidado con el peso que lleves
Existe una técnica simple que te puede ayudar a definir cuál debe ser el peso que debes cargar en tu mochila. “La regla del 15% indica que el peso que se carga en la mochila no supere el 15% del peso corporal de quien la carga. Por ejemplo, si un niño pesa 30 kg, hay que poner atención a que no cargue más de 4,5 kg en su espalda. Si no cumple con eso, puede tener consecuencias como dolor de espalda, de cuello y de hombros”, puntualiza la kinesióloga de INDISA.
Además, asegura que es importante tener en cuenta cómo se reparte el peso. Lo correcto es que se centre en la zona de la espalda, pero nunca abajo, en la zona de la pelvis.
3. Correas firmes, anchas, acolchadas y ajustables
Los consejos de la experta son que las correas de la mochila sean anchas, acolchadas y ajustables, ya que las delgadas aprietan mucho, y como en la zona de los hombros hay muchos nervios importantes, esto podría generar incluso problemas neurológicos y, a su vez, problemas motores en las extremidades. “Es vital considerar que la mochila no debe cargarse en un solo hombro, porque terminaría llevándose todo el peso y podría derivar en dolores lumbares agudos o hasta en espasmos musculares”, señala la kinesióloga Francisca Ruiz.
4. Amarre adelante
Lo ideal es que las mochilas tengan correas adelante, ya que esto ayuda a distribuir mejor el peso. Siempre considera que esto se ajustará a la comodidad de tu hijo.
5. Bolsillos para distribuir el peso
La especialista de INDISA específica que “las cosas más pesadas, como los libros, deben colocarse más cerca de la espalda, en los espacios más amplios de la mochila, y los más livianos pueden ubicarse más lejos del cuerpo”.
¿Qué pasa con las rueditas?
Considerando que estas mochilas no van en la espalda, los papás o los mismos niños suelen agregarle más peso. Sin embargo, esto solo puede funcionar bien cuando el camino está libre de obstáculos o cuando no hay que subir escaleras.
Recuerda que en Clínica INDISA contamos con un área de Traumatología altamente capacitada para que te acompañe en cualquier etapa de la vida.