El anuncio fue dado a conocer por el Ministerio de Energía, donde detallaron que las empresas Enel, Chilquinta y el Grupo Saesa, se comprometieron a pagar la suma de 10 mil pesos a quienes opten por cambiar su medidor viejo por uno nuevo, lo que beneficiaría a más de dos millones de hogares en gran parte del país.
La ministra de Energía, Susana Jiménez, señaló que “queremos una mejor calidad del suministro eléctrico, y este pago es un incentivo para que esos beneficios de la modernización lleguen cuanto antes a las personas”
Además, la autoridad dijo que “estamos muy satisfechos por la rápida respuesta de las compañías Enel, Saesa y Chilquinta, quienes han aceptado el llamado voluntario de generar incentivos para que la modernización energética llegue cuanto antes a los hogares chilenos con una mejor calidad de suministro. Esto se traducirá en el pago de $10 mil a cada propietario de medidores antiguos que esté dispuesto a cambiarlos por los medidores inteligentes. El pago de estas tres empresas beneficiará a más de 2,4 millones de hogares”.
Las medidas anunciadas también apuntan a que las empresas distribuidoras prioricen el recambio de medidores de quienes así lo soliciten, así como el caso de consumidores que se acojan a la Ley 20.571 de generación distribuida, tan pronto como requieran una nueva conexión.