Es el año 2033 y nos hacemos partícipes del juicio de Rayen. Ella, mujer que sufrió de violencia política sexual, busca justicia después de 14 años desde que ocurrieron las manifestaciones del 18 de Octubre del 2019. Su amiga y compañera Elena, sobreviviente de la casa de torturas venda sexi, la acompaña en esta búsqueda de reparación.
En el límite, lo liminal, está Maura, directora y dramaturga del montaje, quien ha perdido su propio juicio en el año 2023. Y aquí también, en esta línea entre la realidad y la ficción, está la Bea, la mujer de pelo rojo, sobreviviente de los vejámenes de la dictadura militar.
A 50 años del golpe de estado perpetrado por las fuerzas armadas y a 4 años de la llamada “revuelta popular en Chile” la obra Bajo Tierra nos sitúa en un futuro distópico donde una jueza híbrida lleva a cabo este juicio mediático que se trasmite por las redes sociales. Ella es la cara de un país que carece de justicia cuando quienes ejercen la violencia son agentes del estado amparados por la impunidad.
Sobrevivientes y resistentes en el escenario
Durante los años de dictadura, en la comuna de Macul, la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) operó en el centro de tortura conocido como «Venda Sexy» o «La Discoteque». En este lugar se ejercieron vejaciones sexuales a las detenidas. Beatriz Bataszew, integrante del Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes, y que participa en la obra nos comenta: «La lucha que hemos dado como Colectivo es poder relevar un tema que ha estado invisibilizado y oculto: la violencia política sexual como práctica sistemática del poder para devolvernos al lugar que supuestamente debemos estar. Nosotras no somos víctimas, fuimos victimizadas por querer cambiar este sistema. Desde ese lugar, colaboramos y nos paramos sobre el escenario».
Construyendo puentes del pasado al presente: La trascendencia de “Bajo Tierra”
La dramaturga y directora del proyecto, Maura Bernabé, destaca que «Bajo Tierra» no se limita a narrar el horror, sino que resalta las experiencias de solidaridad, cariño y resistencia que las mujeres han construido para dar contenido vivo a la memoria histórica desde sus propios relatos. La colaboración íntegra de una de las sobrevivientes y su encuentro en escena con las actrices, crean un cruce relevante a 50 años del golpe de estado y a 4 años del estallido social.
Esperanza Silva, un regreso que desafía la memoria.
Otro hito importante de esta obra es el retorno al escenario de la actriz Esperanza Silva, quién se ha dedicado durante años a ser dirigenta del gremio de actores y actrices de Chile (Chileactores). Ella interpreta a Elena, la mujer del pelo rojo, quién a su vez también está sobre el escenario (Bea Bataszew). Su regreso coincide con este significativo año en que conmemoramos a aquellas y aquellos que fueron violentados, torturados y desaparecidos durante la dictadura cívico militar, pero que sus luchas siguen pulsando redes de cuidados para que las violencias dejen de ser un mecanismo estatal para someter a los pueblos.
Ficha artística:
Dirección y dramaturgia:
Maura Bernabé.
Elenco:
Esperanza Silva, Lorene Prieto, Nicole Gutiérrez, Maura Bernabé y Beatriz Bataszew.
Funciones:
Sábado 19 de agosto, 20:00 hrs.
Domingo 20 de agosto, 19:00 hrs.
Lugar:
Espacio Diana (Arturo Prat 435, Santiago)
Ⓜ Estación Parque Almagro
Entradas:
Público general: $6.000, $8.000 y $10.000 (paga lo que puedas)
Tercera Edad: $5.000
Estudiantes: $5.000
https://www.portaldisc.com/evento/bajotierra