Mucho se discute en Chile sobre la libertad de prensa y el pluralismo informativo. El duopolio, junto a otros focos de concentración de medios, se lleva gran parte de la torta publicitaria y responde a un sector reconocido por su influencia en la historia política del país a través de una información discutible en cuanto la multiplicidad de voces. Esto último se grafica en la homogeneidad informativa, no hay una oferta noticiosa y el ejercicio de zapping se convierte en un movimiento estéril, un simple periodismo de rebaño.
Los medios independientes rompen en parte esa tendencia con miradas diferentes, apuntan a la diversidad y a la inclusión de distintas expresiones culturales propias de las transformaciones sociales que vivimos. La tecnología y las redes sociales hacen lo suyo, pero también abrieron la puerta a la masificación de la post verdad con las consecuencias personificadas en conocidos líderes mundiales.
Faride Zeran, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Periodismo 2007, ha manifestado que el Estado y los Gobiernos de Chile tienen una deuda en cuanto a la libertad y pluralismo. Lo que se entiende como una complejidad que no es precisamente responsabilidad de los periodistas, más bien del sistema en el que estamos inmersos.
Muchos de quienes dedicamos parte de nuestro tiempo a la formación de nuevos periodistas llevamos por delante el eslogan del Periodismo con Conciencia Social, entendemos que en el proceso de la comunicación deben participar todos y eso no es negociable, la tribuna debe ser variopinta con la finalidad que el día de mañana el ciudadano sea un actor activo e informado en los procesos eleccionarios y tome decisiones desde el conocimiento, alejado de la ignorancia. Intentar romper el cerco informativo desde las posibilidades que cada periodista tiene es un esfuerzo que hay que asumir para que, entre otras cosas, hacer frente al fenómeno de la post verdad y las noticias falsas, como a los personajes que la hacen suyas.
La presidenta del Colegio de Periodistas de Chile, Margarita Pastene, ha manifestado en varias ocasiones la importancia de la libertad de expresión y ese discurso debe ser el que mueva el trabajo de los periodistas frente a la necesidad de entregar una información veraz, opinante y responsable y sobre todo abrir tribuna a todos los actores que dan vida a una sociedad compleja que necesita precisamente de todos los elementos para que el ciudadano saque sus propias conclusiones gracias al trabajo de un periodismo de calidad.
La labor educativa se construye sobre la base de una solidez ética irrenunciable para nuestro oficio, pasando por la complejidad de relacionar las informaciones con las transformaciones y desarrollo social hasta el uso de la tecnología en beneficio de un producto informativo que tenga veracidad, interpretación, multiplicidad de miradas y procure llegar a la mayor cantidad de público posible, es decir, tal como lo establece UNESCO al comprender a la comunicación y a la información como un producto de uso y alcance público y por ende como un derecho humano que no se transa y que es la base para cualquier proceso democrático.
Ignacio Paz Palma
Académico Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones
Universidad Central de Chile