Mucho se ha hablado ya sobre la pandemia que está afectando no solo a nuestro país, sino que al mundo entero y que ha causado estragos, sin embargo, en paralelo están ocurriendo otras catástrofes que, a estas alturas, no es conveniente para Chile. No hablo sobre la economía, sino que más bien la crisis que está viviendo la ciencia en nuestro territorio y que ha dejado entrever la clase separatista que existe entre científicos y divulgadores pertenecientes a una élite y los que no.
Entre cifras inexactas, fuentes poco confiables y un “paso de la pelota” entre subsecretarios, ministros entrantres, salientes y ministerios ahora tenemos que sumarle la verdadera crisis de la ciencia en el país.
Es bien sabido que existe dos tipos de científicos: aquel que pertenece a la élite, miembro de la Academia de ciencias y el otro tipo que pasa casi desapercibido, debajo de ellos siendo la mano de obra de sus laboratorios y que muchas veces queda relegado a un agradecimiento en un paper vez de ser el autor de sus propios procedimientos. Esta separación entre dos bandos, entre los que viven desde Plaza Dignidad hacia arriba y hacia abajo, es una demostración más que como en todo en esta franja de tierra, si no perteneces a cierto sector no eres nadie ni nada digámoslo así, fríamente para ver si se entiende lo que estamos pasando.
Como si fuese una crónica anunciada pocos días después salió la contraparte de esta carta revelando que aquí no se está entendiendo nada. Esta carta, está firmada precisamente por la Academia Chilena de Ciencias, como “máximo referente” de los científicos en el país ntre otros personajes, y habla del respaldo al ministro y su liderazgo en medio de la pandemia demostrado que no estamos remando todos para el mismo lado.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación necesita tomar otro liderazgo en eso estamos claros, y necesita hacerse responsable de la mala gestión de una pandemia que se sabía que iba a llegar a Chile. No obstante, lo que también se necesita es que se acabe el elitismo en la ciencia, en las humanidades, y en todo el desarrollo del conocimiento en general, necesitamos que se privilegie la necesidad de corregir lo que está ocurriendo más que los intereses de algunas personas y, necesitamos, por último, que la ciencia en Chile sea inclusiva, unida y accesible para todos no solo para algunos.
No es el momento para que la élite le gane a los demás, no es el momento para contracartas ni mucho menos el momento de poner en un altar a una persona cuando, todos hemos fallado en esta crisis.
Mejoremos ahora, transformemos las cosas, salvemos la ciencia en nuestro país, pero más que nada, salvémonos todos, pero todos juntos.
María Paz Yurisch
Divulgadora científica