El documental sobre Vince McMahon, estrenado el 25 de septiembre, ha suscitado un debate considerable en torno a la figura del mandamás de la WWE. Aunque el metraje se presenta como un recorrido por su carrera, muchos críticos señalan que no logra capturar la complejidad de su persona y tiende a enfocarse en su autovictimización ante diversas controversias.
A lo largo de la producción, se incluyen testimonios de luchadores icónicos como Triple H, John Cena y Hulk Hogan, que añaden un contexto interesante al mundo de la lucha libre. Sin embargo, algunos observadores apuntan que el documental elude temas críticos, como los escándalos de abuso y las tragedias que han marcado la historia de la industria, lo que deja una sensación de superficialidad en su tratamiento del legado de McMahon.
Las declaraciones de Stone Cold, que minimizan problemas serios en el deporte y sugieren que la lucha libre es segura si se ejecuta correctamente, también han generado reacciones. Esta postura contrasta con la gravedad de incidentes como la muerte de Chris Benoit, lo que resalta la necesidad de un análisis más profundo sobre la seguridad y la salud mental de los luchadores.
El documental aborda de manera tangencial el escándalo de abuso sexual de 2022, relegando este tema a un último episodio y excluyendo la participación de McMahon. Esto ha llevado a críticas sobre su falta de profundidad en cuestiones que son relevantes tanto para los aficionados como para el público general.
Una mirada superficial a Vince McMahon
Para quienes no están familiarizados con la historia de McMahon, el documental puede resultar entretenido. Sin embargo, para los seguidores más versados en el wrestling, muchos de los elementos presentados son ya parte del conocimiento público. El retrato de Mr. McMahon emerge así como un reflejo complejo de su realidad, donde el éxito empresarial coexiste con controversias éticas y personales.
La ambición de McMahon, que le permitió construir un imperio en la WWE, se manifiesta en su disposición a sacrificar relaciones y principios en el camino. En definitiva, el documental deja preguntas sin respuesta y la impresión de que la historia completa de Vince McMahon, con sus luces y sombras, aún espera ser contada en toda su profundidad.