El privilegiado sistema Waiver, para visas de ingreso a Estados Unidos, se encuentra en evaluación por ambos países. Sólo Chile la posee entre los Latinoamericanos. Algunos la han tenido y perdido, pues dichas facilidades implican, necesariamente, cumplir y mantener, estrictos requisitos. Viajar, sin los engorrosos y largos trámites previos, sólo completando correctamente un formulario vía electrónica, por 90 días y múltiples entradas, resulta sumamente beneficioso para quienes lo hacen por turismo, negocios, o asuntos personales. Aquellas visas de estudio, trabajo, o propósito de permanencia, mantienen sus normas propias. Hoy, está latente el riesgo de su revisión, disminución de los plazos otorgados, aumento de las restricciones, o su cancelación definitiva
Conocemos los abusos cometidos por algunos chilenos que, utilizando la Visa Waiver, cometen ilícitos, o bandas dedicadas a robos y otros conexos, sin crímenes en las personas, todavía, pero incrementados de forma alarmante. Seguramente dedicados a repetir aquellos cometidos en el país, y que a veces constituyen una especialidad. Denuncian que los controles policiales chilenos no han funcionado debidamente, permitiendo viajar a nacionales con prontuario, o de otras nacionalidades que utilizan la visa desde Chile, sin la prevención oportuna.
Han reclamado fiscales estatales, autoridades judiciales, y ahora algunos congresistas del Partido Republicano, encabezados por el Presidente de la Cámara de Representantes. Se corre el riesgo de que el tema se politice, en medio de una campaña por las nominaciones a la presidencia, con tantos candidatos en competencia, que no dudarán en asumir posturas drásticas, no sólo para diferenciarse de otros, sino para respaldar causas que apuntan a la tan valorada seguridad de los ciudadanos y del país. Por desgracia, las estadísticas los favorecen; si bien, hay responsabilidades compartidas, pues tampoco habrían operado eficientemente, los controles fronterizos, y demás instituciones norteamericanas competentes, o la Interpol, en su caso, impidiendo las visas, los viajes, o el ingreso al país.
Confiamos en que las negociaciones prosperen, y que la culpa de unos pocos no perjudique a tantos viajeros inocentes.