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La preocupante disminución del consumo las legumbres

Según una investigación de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), del Ministerio de Agricultura, en Chile se ha venido observando desde el año 2012, una disminución drástica en el consumo de legumbres, puntualmente lentejas, porotos y garbanzos.

El consumo per cápita de las principales leguminosas ha disminuido a una tasa media anual de -2,7% la última década. En promedio los chilenos solo comen 800 gramos de lentejas y 200 gramos de garbanzos al año. En el caso de los porotos, la ingesta por habitante descendió de 2,7 kilos per cápita a 1,3 kilos. Sumemos que hace 35 años se sembraban cerca de 135 mil hectáreas de este alimento, hoy ha bajado a 13 mil, disminuyendo la producción de 134 mil toneladas a 20 mil.

Esto se explica por un posible cambio en el hábito de consumo y la preocupante evidencia de que los niños no las consumes. De hecho están excluidas de la canasta familiar. Los beneficios de consumir legumbres son muchos y conocidos. Hidratos de carbono, proteína, fibra, hierro, calcio, magnesio, zinc, vitamina del grupo B (entre otros) y un bajísimo aporte de grasa (4%). Son muy ricas en glúcidos, principalmente en almidón (alrededor del 50%). Por lo tanto son muy energéticas a pesar de su escasa proporción en lípidos (un 2%, excepto los garbanzos que llegan al 5%).

El Ministerio de Salud, aconseja el consumo de legumbres entre 1 a 2 veces por semana, de legumbres, en las personas en general, especialmente los niños para generar el hábito de consumo. Para ello existe una amplia variedad de preparación, para facilitar la ingesta.  Recordemos que hay muchas variedades. Podemos darles porotos viejos o granados, garbanzos, lentejas y arvejas viejas: de esta manera les fomentaremos la incorporación de nuevos sabores.

Es fundamental para la salud de nuestra población volver a incentivar su consumo, pues es un valioso alimento para la dieta de los niños, pero los adultos debemos ver las estrategias para facilitar que vuelva a incorporarse en nuestra dieta. Se pueden acompañar de carne o embutido, con caldos, sopas o guisadas, pero lo fundamental es que volvamos a aumentar su consumo. Nuestra salud se verá beneficiada con ello.

Claudia Narbona C.
Académica de Nutrición y Dietética, U.Central

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