El escritor británico Oscar Wilde decía, “la única cosa peor que hablen de nosotros, es que no hablen de nosotros”. El Museo de Cera de Las Condes no podría quejarse del impacto generado a sólo días de su inauguración. No sólo ha contado con la atención de los medios, sino también de la opinión pública que ha festinado con cada imagen de las esculturas.
No es necesario seguir refregando que el trabajo motiva más a la risa que a la reflexión, pero también es innegable que a lo que más conduce es a la hilaridad o a la búsqueda del parecido con cualquier otro personaje que no sea el homenajeado por la cera.
¿Cuál era la idea de esta versión ‘AliExpress’ del mítico Madame Tussauds? esta instancia siútica y pretenciosa de importar una idea terminó siendo una auto zancadilla para sus propios intereses.
Y para cerrar el capítulo de las malas decisiones, y al mejor estilo de Poncio Pilato, decidieron que la solución era desvincular al artista que estuvo a cargo del proyecto, poniendo la crítica en el resultado y no en quien debió supervisar la ruta de la propuesta y tomar las decisiones antes de que esto se propagara al ritmo de la burla. Cabe esperar, aunque no con mucha ilusión, que se termine con la histórica costumbre de cortar siempre el hilo por lo más delgado.
Franco Muzzio S.
Extensión Cultural. U.Central