Están pasando cosas en el fútbol chileno. La participación de Chile en la Copa América y su eliminación, ha dejado de lado algunos hechos que no se pueden soslayar.
Nuestro representativo no pasó de la primera ronda y me parece que las razones que se esgrimen para expiar culpas no tienen asidero. Que el penal con Argentina no cobrado, que la expulsión del canadiense que no se concretó, que el juez colombiano Roldán no nos tiene afecto son, sencillamente, pretextos, lo que no quiere decir que el pito cafetero no se haya equivocado en algunos cobros.
Lamentablemente no puedo estar de acuerdo con declaraciones y comentarios de periodistas que cubren el torneo, como lamentablemente también son las explicaciones del presidente del fútbol chileno, el señor Milad, quien no reconoce que esta realidad se debe a un trabajo deficiente y no a un eventual señor de negro o a un VAR que mirando repetidas veces una imagen yerra igual, aunque sea intencionalmente.
No se jugó bien, no se mostró un nivel acorde a las circunstancias, jugadores que no estuvieron a la altura esperada y cambios equivocados son explicaciones que bien pueden dar luz de lo sucedido en Estados Unidos. Sé que argumentar esto es impopular, pero de una vez por todas, quitémonos la venda de los ojos y reconozcamos que nuestro fútbol, hace rato que viene en caída libre.
No es casualidad que Venezuela sí haya clasificado y mostrando una superación insospechada y un fútbol galano; tampoco es azar que Colombia y Ecuador nos hayan superado hace rato ni tampoco es el destino el que estemos casi en la cola de las clasificatorias para el mundial.
Ya habrá espacio para seguir hablando de este tema, porque da para mucho, pero no quiero dejar pasar esta columna sin referirme a otros hechos acontecidos en estos días que preocupan o debieran preocupar a diferentes estamentos nacionales y que creo no se le ha dado la notoriedad debida.
Se jugó un partido amistoso entre Colo Colo y Universitario de Perú. Un muerto acuchillado lo que podría catalogarse de acción delictual por haber ocurrido afuera del recinto, pero lo que se vivió adentro y que motivó la suspensión definitiva del cotejo, no. Vergonzoso.
Otra vez Estadio Seguro salta al tapete por ineptitud, los clubes por inoperancia en la aplicación de medidas y el Registro Nacional de Hinchas aún no se implementa totalmente, porque la obligación es a partir del próximo año.
No menos indecoroso es la medida adoptada en la Copa Chile al darle por secretaría los puntos a Huachipato por sobre el Club Deportivo Presidente Ibáñez por la imposibilidad de jugarse el encuentro debido a la nieve caída en la provincia de Magallanes, como si los jugadores y dirigentes del cuadro afectado fueran los culpables de las inclemencias climáticas ocurridas en esa zona. Sencillamente Ignominioso.
Vamos de mal en peor, en caída libre y en picada.