A mediados del año pasado, un artículo publicado por la BBC News, decía que Francia planeaba reclutar escritores de ciencia ficción para prepararse contra las amenazas militares del futuro.
Las mentes imaginativas darían paso a escenarios dantescos de difícil ocurrencia, o poco probables, pero perfectamente posible. Mirando es retrospectiva, qué duda cabe que hoy, lo probable está cediendo espacio a lo posible.
Estallidos sociales, amenazas permanentes de guerra, ciberataques, pandemia… dan cuenta de que variables que jamás se habían considerado, hoy día son de posible ocurrencia y podrían afectar gravemente la seguridad y la economía de un país.
Si este ejemplo se aplica a la planificación estratégica de toda empresa, un escenario futuro probable, donde se incorporan variables que al menos una vez ya han ocurrido, sería lo más normal, pero hoy día el escenario ya no es sólo probable, sino que ahora es posible.
Lo que antes mirábamos como un futuro deseable, con variables en su mayoría conocidas, paso rápidamente a ser un futuro probable, incorporando algunos elementos que nunca habían participado, pero hoy el entorno dinámico, cambiante, agresivo y global, nos hace pensar en un futuro posible, donde hay espacio para que todo lo que ayer era imaginación, hoy pueda ser una realidad.
Leonardo Da Vinci, Julio Verne, H. George Wells, fueron mentes imaginativas cuyas obras trascendieron y hoy están ahí, reales. Lo que hizo Francia, no fue más que recurrir a lo probable, para intentar estar preparados ante lo posible. Suena fácil, pero este tiempo nos ha dado duras lecciones de que la realidad, supera la ficción.
Sergio M. Urrutia
Académico Escuela de Economía y Negocios, UCEN