El nuevo Gobierno de Bolivia, y un candidato a la presidencial en Perú, han retomado exigencias inaceptables para Chile, como si nada hubiere ocurrido los últimos años.
Luis Arce, en el Día del Mar como es habitual, reclamó contra Chile. Recordó: las antiguas resoluciones no vinculantes de la OEA, que declaraban de “interés hemisférico” el tema boliviano; que sufren un “enclaustramiento forzado”; “Bolivia tenía costa”; y que el tema marítimo es una cuestión “abierta y pendiente”. Reiteró argumentos de Bolivia cuando nos demandó. Nada dijo que todos y cada uno, fueron desestimados categóricamente en la Sentencia de la Corte Internacional de Justicia el 2018, por 12 Jueces a favor, contra 3. Citó al entonces Presidente, que incluyó una Declaración Personal, aunque votó a favor, expresando “la posibilidad de explorar las partes, otras vías para resolver controversias”. Nada irregular si soberanamente lo acordaran, sin incidir en el fallo, definitivo, inapelable, y obligatorio, que dispuso: “Chile no está jurídicamente obligado de negociar con Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico”. Arce intenta ignorarlo.
Nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, oportunamente respondió: “La insistencia boliviana en el acceso soberano al mar fue definitivamente resuelta por la Corte el 2018, y reiteramos la plena vigencia del Tratado de 1904”. El Tribunal confirmó su validez y lo aplicó. Cualquier apertura a revisarlo, sería contraria a nuestro propio triunfo legal; y considerarlos, invalidar lo que la Corte decidió. Impensable por Chile. Sólo estamos disponibles para otros temas de interés.
El candidato Yonhy Lescano, bien posicionado en las elecciones presidenciales peruanas del 11 de abril, aseguró que cumpliría “uno de los grandes deseos del Perú”, como “buena voluntad”, que “el Monitor Huáscar regrese al Perú”. Asimismo, recordó el tema del “triángulo terrestre”. Ambos asuntos, contrarían esa voluntad, al no ser temas bilaterales para Chile. El Monitor, es un santuario naval flotante que honra a chilenos y peruanos fallecidos a bordo en combate. Ninguna posibilidad de devolverlo, y la propuesta de hundirlo, una aberración. El “triángulo terrestre”, una minúscula porción, sin litoral, luego que la Corte sentenciara, desechando la argumentación peruana de un límite más al sur, fijando el nuevo límite marítimo con Perú, desde el Hito 1 y que sigue el paralelo. Un territorio indiscutiblemente chileno.
Las iniciativas vecinales, se han formulado sabiendo o debiendo saber, que provocan a Chile y no serán aceptadas. Sin embargo, estamos advertidos.